¿De qué manera la formación se relaciona con el desarrollo económico y social?

La educación, la formación profesional y el aprendizaje permanente son pilares fundamentales para el empleo de los trabajadores; les facilitan condiciones para mejorar su empleabilidad y su calidad de vida y contribuyen con el desarrollo empresarial sostenible. Estos cometidos están ligados con los ODS1., en especial los relativos a la reducción de la pobreza
 
El primero de los ODS, “Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” junto con una de las metas para hacer realidad dicho objetivo, cual es “Para 2030, erradicar la pobreza extrema para todas las personas en el mundo, actualmente medida por un ingreso por persona inferior a 1,25 dólares de los Estados Unidos al día” recogen los propósitos de los programas de formación y desarrollo de competencias que promueven los ministerios de educación y de trabajo, ejecutados por ellos mismos y por instituciones públicas y privadas. Una de las áreas estratégicas del mandato de la OIT es el resultado “Transición económica, social y ambiental en favor del empleo pleno, productivo y libremente elegido y el trabajo decente para todos” (OIT, 2020-2021), para lo cual el desarrollo de las competencias es esencial.
 
En recientes discusiones sobre la importancia del desarrollo de las capacidades y competencias, la OIT ha insistido en que “la educación y la formación son necesarias para el crecimiento de la economía y del empleo y para el desarrollo social. También contribuyen al desarrollo de la persona humana y a la constitución de una ciudadanía informada. La educación y la formación son un medio para potenciar a las personas, mejorar la calidad y la organización del trabajo, aumentar la productividad y los ingresos de los trabajadores, fortalecer la capacidad competitiva de las empresas y promover la seguridad en el empleo, la equidad y la inserción social.” La formación es “piedra angular del trabajo decente” (OIT, 2000), con una visión de aprendizaje permanente que guarda coherencia con las políticas públicas en los ámbitos económico, fiscal, social y del mercado de trabajo, todas ellas fundamentales para el crecimiento económico sostenible, de la creación de empleo y el desarrollo social.
 
El ODS que se enfoca directamente en el crecimiento del empleo es el Objetivo 8: Orientado hacia el trabajo decente y el crecimiento económico. Entre las metas que plantea, más relacionadas con impactos que podría tener la formación profesional están las de “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres, incluidos los jóvenes y las personas con discapacidad, así como la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor”; “reducir considerablemente la proporción de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación”. (PNUD, 2021)
 
La formación y el desarrollo de competencias constituyen la base para la competitividad de las economías y de las empresas. Desde el punto de vista social, son una herramienta en el combate a la pobreza y la promoción de la igualdad de oportunidades, mediante la integración de las personas en los ámbitos laboral, social y de la ciudadanía (OIT, 2004).
 
El informe sobre el Futuro del Trabajo (OIT, 2019) anotó la necesidad de adoptar incentivos para promover inversiones en áreas clave que promuevan el trabajo decente y sostenible.
 
Para ello propone incentivar los mecanismos de aprendizaje permanente y de mayores oportunidades de acceso a diversas modalidades de calificación y recalificación. El resultado final de estas medidas ha de estar a la mano para una continua retroalimentación y mejoramiento en el diseño de políticas activas del mercado de trabajo. Para este fin, la evaluación de impacto es una herramienta ineludible que ha de ser mejorada y aplicada con mayor frecuencia.
 
La formación y el desarrollo de competencias constituyen la base para la competitividad de las economías y de las empresas. Desde el punto de vista social, son una herramienta en el combate a la pobreza y la promoción de la igualdad de oportunidades, mediante la integración de las personas en los ámbitos laboral, social
y de ciudadanía9. La formación profesional es una de las políticas para el logro de los objetivos centrales de la estrategia de generación de trabajo decente10.
 
 

1 Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Mundiales, se adoptaron por todos los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.
(PNUD, 2021) Ver: https://www1.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals.html

6  Los ODM son un plan de todas las naciones y las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial; fueron lanzados en la Cumbre Mundial de 2000 de las Naciones Unidas.

Ver: http://www.un.org/spanish/millenniumgoals/bkgd.shtml

7  Programa y Presupuesto para el bienio 2010-2011. OIT, Ginebra, 2009.

8  Resolución sobre la formación y el desarrollo de los recursos humanos. OIT. CIT 88ª reunión, Ginebra, 2000.

9  OIT. Recomendación 195. Op. cit.

10  OIT. Trabajo decente en las Américas: una agenda hemisférica 2006-2015. Informe del Director General. XVI Reunión Regional Americana, Brasilia, 2006.